Jehyson guzmán y Jesús Araque celebran un año del regalo de la oposición

Para el secretario general del Progresista Merideño Independiente, (PMI), resaltó el primer año del fatídico momento en que las directrices de las cúpulas partidista nacionales de la oposición que causó estragos en el resultado electoral en el estado Mérida; dándole el triunfo y retorno al poder a los candidatos de Maduro en nuestra entidad merideña.

Así lo acotó Daniel García, quien indicó que el proceso electoral del 21 de noviembre del año pasado demostró que la oposición unida es mayoría, pero la influencia y direccionamiento nacional sobre los dirigentes locales fraccionaron, manipularon y condicionaron al electorado merideño al igual que en otros estados y alcaldías del país debilitando el capital opositor que está en contra del régimen.

Aseguró García; que su organización y su equipo político trabajaron con antelación al proceso para lograr la unificación de los sectores de oposición participando activamente en conversaciones y múltiples reuniones a todos los niveles sin haber logrado junto a otros factores el entendimiento entre quienes aún mantienen rivalidades y posiciones encontradas catalogadas de irreconciliables.

Destacó el dirigente político de Mérida, que se ofrecieron y pidieron primarias y se materializó con el resultado de algunos acuerdos parciales no autorizados por las cúpulas nacionales que igualmente no pudieron ser honradas por incautos e inexpertos actores regionales por no tener el acceso a las sustituciones en el sistema automatizado en manos de la dirigencia nacional. Como fue el caso de los municipios Tovar y Antonio Pinto Salinas.

Recalcó García, la lección que le queda a las regiones mil veces vulneradas es la de revelarse a los famosos lineamientos de los partidos y declararse leales al país, a la familia y la democracia, caso contrario es repetir la historia. Además logrando condiciones y reglas claras, ya que vendrán primarias y otras formas de decantar y minimizar la oferta electoral presidencial y cada ciudadano luchará por respaldar a quien considere pero en el momento final y de las definiciones nadie debe sentirse obligado a respaldar a quienes no tengan oportunidad y menos a quienes se sabe tienen fuertes vínculos con el régimen, que desde ya hacen manifiestos abiertos que los asocian, los que arrastran antecedentes de permanente fracaso e inmoralidad ante el país.

Añadió García, podemos dar fe que los merideños anhelan la unidad de la nación y una importante lista de dirigentes del estado no están dispuestos a cumplir con la voluntad popular y pretenden seguir arrogándose la representación de la oposición que en este momento y desde hace tiempo no la tienen y no han tenido al menos un resultado tangible que haga presumir que busquen recuperarla. (Jorge Enrique Rivera)