Por: Giovanni Cegarra CNP. 2229
Madrugar en Mérida para ir al trabajo, llegarse a la entidad bancaria para hacer cola kilométrica y cobrar unos cuántos churupos, ir al centro médico asistencial en procura de atención u otra diligencia, montar el ventorrillo para ganarse lo de la comida del día y similares, es hoy todo un verdadero riesgo, habida cuenta que la inseguridad está al por mayor, en cualquier sitio, calle, avenida, esquina, amparada por la falta de patrullaje por parte de las autoridades policiales y no se ofendan, pero sin ser dueños de ella, es la verdad.
Inseguridad al por mayor, reina en Mérida. En el centro de la ciudad, el madrugar es todo un riesgo ya, en cualquier momento, aparece un bendito motorizado, un inadaptado en un recodo, comete su fechoría, feliz y contento, pues sabe que por muchos gritos que vocifere su víctima, nadie aparecerá en su ayuda y mucho menos los efectivos policiales, que sabrá Dios en donde están y como dijo uno por ahí “están durmiendo la paciencia”.
Termina el año, habrá algo de efectivo en los bolsillos de algunos, habrá uso del dinero plástico, se sentirá alguito de repunte de venta comercial dolarizada y con esto de la inseguridad que reina por doquier en esta ciudad, la cosa no está nada fácil, para salir tranquilamente a la calle y para remate, “los chivos”, sin pretender ofenderlos, de los cuerpos de seguridad del estado, se molestan porque se les critica, se les dice cómo andan las cosas en las calles y avenidas de nuestra ciudad serrana, donde ya los inadaptados deben estar haciendo planes, para aumentar sus fechorías, a propósito de la llegada del último mes del año, el de las festividades navidades y fin de año, para hacerse de lo suyo sin gastar ni medio, a punta de pistola o arma blanca.
Realidad palpable, si se sala a la calle de compras u otra diligencia, hay que estar moscas para no ser víctima de un atraco o arrebatón, sin ser alarmistas pero mentiras no son, inseguridad al por mayor en Mérida, ante un deficiente patrullaje policial, las 24 horas del día, duela a quien le duela, a quienes les caiga el guante que se lo planten y punto.