Al Filo de La Verdad: Febrero: “promesas” y Feria

Giovanni Cegarra CNP. 2229

Rápido como el viento frío que sopla cada mañana al calentar el sol, se fue el primer mes del 2023 y arriba el segundo, Febrero, con unas apremiantes perspectivas de que la economía dolarizada en la que vivimos en el país y por supuesto, de la que no escapa Mérida, capital del municipio Libertador del estado homónimo, pise buen freno, de tal forma, que los ingresos de los venezolanos, no se sigan pulverizando en sus manos ya que a los bolsillos ni llegan ya y por ello, las esperanzas crecen en medio de pandemia y crisis, en este mes que se inicia hoy, lleno de “promesas” y feria.

Febrero: “promesas” y Feria, muy cierto. De promesas anunciadas desde el pasado año que no se cumplieron y que ahora en este 2023 renacen de nuevo, referidas, entre otras, a la reapertura de las frecuencias de vuelos comerciales en el aeropuerto “Alberto Carnevali” por parte, según lo que se escucha, de las líneas aéreas Conviasa/Avior y al total funcionamiento del Sistema Teleférico “Mukumbarí”  desde la primera estación “Barinitas” hasta la quinta “Pico Espejo” y en sus efectos, pues nada, amanecerá y veremos.

Se suma a estas promesas que esperamos no sigan quedándose en el aire, las actividades programadas en el marco de la LIIª Feria del Sol con su atractivo estelar y principal, el Carnaval Taurino de América, que comprende cuatro corridas de toros, una nocturna,  en la Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia”, que habrá de reimpulsar la economía regional, movilizar en la medida de las posibilidades económicas de cada quien, la afluencia turística hacia nuestra ciudad.

No obstante, hay detalles que si no son solventados de manera precisa y definitiva, incidirán en que Febrero y el resto del año, no sea como lo esperan todos en Mérida, tanto el sector comercial, empresarial, turístico y colectivo en general, que todos sus servicios básicos sean prestados con eficiencia, propios y extraños cuenten con el suministro de gasolina, como debe ser, ya de lo contrario, “ni naranjas chinas ni limones franceses”, ni para coger palco, mentiras no son y punto en boca.