Al Filo de La Verdad: Diciembre poco halagador

Giovanni Cegarra: CNP. 2229

En la ya consabida crisis socio económica política, vigente pandemia, recibiendo los embates de la madre naturaleza a través de las ondas tropicales, intensas lluvias que dejan tras de sí, desastres y emergencias en comunidades y vías urbanas, suburbanas, de tránsito vehicular nacional, que arroja además, la ya latente deficiencia en el suministro de gas, gasolina, en el servicio de agua potable y energía eléctrica, a lo que se suma la especulación en precios de productos alimenticios y similares, en medio de una economía super dolarizada, etc. etc. etc., así recibimos al último mes del año, diciembre, que por los fuertes vientos que soplan, será poco halagador, en todo el sentido de la palabra y no peco de pesimista.

Diciembre poco halagador, de pocas albricias, es lo que tenemos por delante. Se avisora una temporada de festividades navideñas y de fin de año, poco halagadoras, porque sería caerse a mentiras, el afirmar que será regular, que no creo ni llegue a este punto, ante la situación que se vive y convive en nuestro Estado, prácticamente incomunicado por efectos de las lluvias, pese a los esfuerzos que hace el gobierno regional municipal nacional por solventar las emergencias que se han presentado, algo que no se puede negar.

Hay que centrarse en la realidad, es cruda, a la vista está, lo que implica ante los embates de la naturaleza, que reclama atención y espacio invadido, que, entre otros factores, la falta de mantenimiento de nuestras vías de accesos suburbanos y nacionales, deja las secuelas consabidas, sin olvidar, lo de haber permitido la construcción de viviendas en zonas de conocido alto riesgo y que hoy, con lo de las lluvias, aflora un panorama no muy alentador.

Bien es cierto, que las esperanzas son las últimas que se pierden, entra diciembre con presagios no muy halagadores, a la espera, se presente un cambio que permita a todos los sectores, sean sociales, económicos, turísticos, empresariales, comerciales, etc. resurgir y consolidar la resquebrajada economía regional, disfrutar en la medida de lo cabe de las festividades de Navidad y Fin de Año, como todos anhelamos compartir, con Dios primero.